martes, 1 de septiembre de 2015

               ALFREDO ZITARROZA
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Alfredo Zitarrosa (Montevideo10 de marzo de 1936 - Ib.17 de enero de 1989) fue un cantautorpoetaescritor y periodista uruguayo, considerado una de las figuras más destacadas de la música popular de su país y de toda Hispanoamérica.

Biografía

Hijo natural de Jesusa Blanca Nieve Iribarne, que con 19 años lo dio a luz en el Hospital Pereira Rossell, de Montevideo, fue anotado como Alfredo Iribarne.

A poco de nacer, en circunstancias especiales, su madre lo dio a criar al matrimonio compuesto por Carlos Durán, hombre de varios oficios, y Doraisella Carbajal, empleada en el Consejo del Niño. Pasó entonces a ser Alfredo Pocho Durán. Con esa pareja vivió en diversos barrios de la capital uruguaya y luego, entre 1944 y fines de 1947, se trasladó al pueblo deSantiago Vázquez, con frecuentes visitas a la campaña cerca de Trinidad, capital del departamento de Flores, de donde era oriunda su madre adoptiva. Se ha señalado que esta experiencia infantil lo marcó para siempre, dado que en su repertorio resalta la inclusión mayoritaria de ritmos y canciones de origen campesino, fundamentalmente milongas.
Regresó con su familia adoptiva por breve tiempo a Montevideo, para luego, al comienzo de su adolescencia, pasar a vivir con su madre biológica y el esposo de esta, el argentino Alfredo Nicolás Zitarrosa, quien a la postre le daría su apellido, y su hermana recién nacida, en lo que hoy es Ciudad del Plata (anteriormente Rincón de la Bolsa), en el km 29,5 de la vieja ruta a Coloniadepartamento de San José. Afincado allí, cursaba el liceo en Montevideo, adonde finalmente se trasladó en su temprana juventud. Vivió primero con el matrimonio Durán y luego en la pensión de la señora Ema, sita en la calle Colonia esquina Médanos (hoy Barrios Amorín), para ocupar después la famosa buhardilla de la casa que funcionaba también como pensión y era propiedad de Blanca Iribarne, su madre, ubicada en la calle Yaguarón (hoy Aquiles Lanza) 1021, enfrente de la plaza que actualmente lleva su nombre y a la vista del Cementerio Central. Trabajó, entre otros menesteres, como vendedor de muebles, de suscripciones a una sociedad médica, de oficinista y en una imprenta. Tiempo después recordaría con especial afecto al que fuera su primer empleador, un tal Pachelo, que le fue presentado por uno de sus compañeros habituales de viaje en sus traslados diarios a Montevideo, durante la época liceal.
Se inició en las lides artísticas en 1954, como locutor de radio. Incursionó como presentador y animador, libretista e informativista, e incluso como actor de teatro. Fue también escritor, poeta y periodista. En esta última actividad, se destacó su labor en el semanario Marcha.
Debutó profesionalmente como cantor el día 20 de febrero de 1964, en Perú. Forzado por las circunstancias y un poco fortuitamente, participó en un programa que se emitía por el Canal 13, Panamericana de Televisión, comenzando así una carrera que nunca se interrumpiría. Zitarrosa relató así su experiencia:
No tenía ni un peso, pero sí muchos amigos. Uno de ellos, César Durand, regenteaba una agencia de publicidad y por sorpresa me incluyó en un programa de televisión, y me obligó a cantar. Canté dos temas y cobré 50 dólares. Fue una sorpresa para mí, que me permitió reunir algunos pesos
Alfredo Zitarrosa

Poco después, al pasar por Bolivia de regreso a Uruguay, realizó varios programas en Radio Altiplano de la ciudad de La Paz. Debutó posteriormente en Montevideo, en 1965, en el Auditorio del SODRE (Servicio Oficial de Difusión Radioeléctrica). Su participación en este espacio le sirvió de peldaño para ser invitado, a principios de 1966, al ya reconocido Festival de Cosquín, en Argentina, al que volvió en 1985.
Desde el principio, se estableció como una de las grandes voces del canto popular latinoamericano, con claras raíces de izquierda y folclóricas. Cultivaba un estilo contenido y varonil, y su voz grave y un típico acompañamiento de guitarras le dieron su sello característico.
Adhirió al Frente Amplio de la izquierda uruguaya, lo que le valió el ostracismo y finalmente el exilio durante los años de ladictadura. Sus canciones estuvieron prohibidas en Uruguay desde el año 1971, y más tarde en Argentina y Chile, durante las dictaduras que gobernaron esos países. Vivió entonces, sucesivamente, en Argentina, España y México, a partir del 9 de febrero de 1976.
Levantada la prohibición de su música, como la de tantos en la Argentina luego de la Guerra de Malvinas, se radicó nuevamente en Buenos Aires, donde realizó tres memorables recitales en el Estadio Obras Sanitarias los primeros días del mes de julio de 1983. Casi un año después volvió a su país, donde tuvo una histórica y masiva recepción el 31 de marzo de 1984, la que fue descrita por él mismo como «la experiencia más importante de mi vida».
Falleció en los albores del 17 de enero de 1989, a causa de una peritonitis derivada de un infarto mesentérico.

Obra

Entre las canciones que se convirtieron en grandes éxitos figuran Doña SoledadPa'l que se vaCrece desde el pie,RecordándoteStéfanieAdagio en mi paísZamba por vosEl violín de Becho y el poema por milonga Guitarra negra.
Como poeta, fue galardonado por la Intendencia de Montevideo con el Premio Municipal de Poesía de 1959, por el libroExplicaciones, que nunca quiso publicar.
En 1988 vio la luz su libro de cuentos Por si el recuerdo, con relatos escritos en distintos momentos de su vida.

Su vida en sus creaciones

Como todo creador, Alfredo Zitarrosa nutrió su obra de fuentes diversas. Aun así, en su caso particular es de destacar el alto componente autobiográfico, o la exposición de vivencias personales, que aparecen en sus creaciones.
Así tenemos, por ejemplo, que en el tema Pájaro rival refleja una honda preocupación existencial y hasta tiene una intuición premonitoria de su muerte próxima, ocurrida poco después de finalizar la grabación del disco donde está incluido, Sobre pájaros y almas, editado póstumamente en 1989:
Por sanar de una herida
he gastado mi vida
pero igual la viví
y he llegado hasta aquí.

Por morir, por vivir,
porque la muerte es más fuerte que yo
canté y viví en cada copla
sangrada querida cantada
nacida y me fui... 

Esa herida de la que habla, más allá de la duda existencial común a cualquier ser humano, tiene que ver con su particular historia personal, la que se refleja en Explicación de mi amor, una canción donde reúne elementos de los tres padres que tuvo, fundamentalmente del biológico, que lo negó, y cuya sombra lo persiguió toda su vida:
Mi padre serás, como fuiste mi padre,
un gameto en la grieta cerrada del tiempo...

Mas mientras te busque en las cosas,
en tanto regreses sin que yo te llame o te olvide,
te pido que limpies mi amargo dolor;
por favor, que no sigas muriendo.
O de lo vivido con su padre adoptivo, Carlos Durán, al que acompañó en sus últimos días. Años después, así recordó el episodio: "Carlos no era mi padre y yo lo sabía. Era muy viejo para ser mi mejor amigo, pero cuando ya viudo me pidió que no lo abandonara, sentí que más que mi padrastro era mi hermano, y lo acompañé hasta el final, y lo enterré, con la ayuda de sus sobrinos auténticos, después de rescatarlo, desnudo, de la morgue del Hospital Militar. Su ataúd sonó como un bramido al dar un tumbo en el fondo del Panteón Policial del Buceo". (se refiere al cementerio ubicado en el barrio montevideano conocido como El Buceo.)
...voz ronca de un órgano ya enmudecido,
ahí estás, larga caja de pino. 

Rindió homenaje al mismo Carlos Durán, que había sido, entre otros oficios, policía ('milico', en el lenguaje popular) por necesidad, dedicándole uno de sus temas más emblemáticos, la Chamarrita de los milicos. Él lo explica de esta manera: "(…)Fue escrita de un tirón en la mesa de un bar de Bvar. Artigas y 18 de julio, el 27 de enero de 1970. Ese día había nacido mi hija Carla Moriana y yo sentía que le estaba escribiendo al que no pudo ser su abuelo, mi padre adoptivo, Carlos Durán, quien siendo hijo de coronel ‘colorado’, había terminado de ‘milico’ en los años 40. Pobres como éramos, yo recuerdo el gran revólver de mi padre, descargado, que él guardaba en un cajón del ‘trinchante’, después de quitarse ‘las correas’, cada noche o cada mañana, según las guardias. Las balas, siempre separadas, olían a todas las cosas que allí guardaba mamá. Yo no podía imaginarme de qué modo se abrían, ni qué demonios tendrían adentro que eran tan peligrosas. Pero eran, esas balas y ese revólver, el lujo subalterno de aquella humilde casa, una prenda del Estado -así me decían- que mi padre portaba como una penitencia no exenta de cierto orgullo vacilante.":4
Chamarrita cuartelera,
no te olvides que hay gente afuera,
cuando cantes pa’ los milicos,
no te olvides que no son ricos,
y el orgullo que no te sobre,
no te olvides que hay otros pobres.

En gran parte de sus canciones pone de manifiesto, también, su conocimiento del campo y el medio rural, adquirido durante su infancia en sus frecuentes visitas a los hermanos de su madre adoptiva, particularmente su tío José PepeCarbajal. Dijo él al respecto: "Todas las vacaciones, en el tiempo de verano, yo me iba al centro mismo del país, a la ciudad de Trinidad, capital del departamento de Flores, que -tal vez- es el más atrasado de estos departamentos del interior del país; una zona eminentemente ganadera, de grandes latifundios (…) Allí yo he pasado los tres meses de verano, desde que recuerdo hasta los 12 años, desde muy pequeño hasta los 12 años. Allí, claro, aprendí todo lo que sé del campo, aunque más tarde viviera en el campo también, pero ya de adolescente. Aprendí a montar a caballo, a ordeñar; cosas del campo... a cazar".
Esta frecuentación hizo que tomara especial preferencia por la música campera, y que su personalidad se impregnara de rasgos campesinos, dándole algo más que elementos para sus creaciones. La milonga Mi tierra en invierno es una de ellas, en la que demuestra conocer muy bien distintas facetas del quehacer rural.
El apego al caballo y su especial cuidado, como elemento imprescindible en las tareas cotidianas:
…y aunque el caballo esté sano,
lo cuida de la garganta
que, aunque el caballo no canta,
lo ha de tener siempre a mano.
Las tareas con el ganado:
...porque llegado setiembre
será tiempo de castrar,
de marcar y descolar...
Las plagas:
...Hay que vigilar la hormiga
que hace pirva en campo llano...
O los tiempos de cosecha:
...se trilla el trigo en diciembre


En su temprana juventud, conchabado ya como locutor en la radio, en Montevideo, comenzó a despertar su vocación artística y su gusto por la bohemia, y la noche y sus fantasmas. Fueron tiempos de experimentos diversos, en los que puso a prueba su capacidad en diferentes quehaceres del arte. La parte medular de esa etapa de su vida transcurrió en elBarrio Sur, donde habitó en una casa frente a una plaza, a la que también da el cementerio; ese lugar -barrio de negros, de candombe, de carnaval, de llamadas, de gente humildesolidaria y fraterna- dejó su impronta en la sensibilidad del joven Alfredo Zitarrosa, que tuvo, desde siempre, una inclinación particular: quería parecer mayor, mostrarse como una persona seria y circunspecta, por el gusto de hacerlo y también, quizá, porque siempre aparentó tener menos años de los que tenía. Llegaba a tal punto esta obsesión, que hasta se puso anteojos, que no necesitaba, para aumentarse la edad. Con el tiempo, y ya en su oficio de cantor, siempre se presentaría en sus actuaciones, en el lugar que fuera, vestido a la manera tradicional, con traje y corbata y con una apariencia rigurosamente formal.
Aparecen elementos y circunstancias relativos a esta etapa de su vida en varias canciones, una de ellas es Coplas del canto, donde afirma:
De tanto vivir frente
del cementerio
no me asusta la muerte
ni su misterio.
Y es una de sus canciones más reconocidas, Candombe del olvido, compuesta muchos años después, la que se inspira casi por completo en la evocación de ese tiempo:
Ya no recuerdo el jardín de la casa,
ya nadie me espera en la plaza.
Suaves candombes, silencios y nombres
de otros; se cambian los rostros.

Quién me dará nuevamente mi voz inocente,
mi cara con lentes.
Cómo podré recoger las palabras habladas,
sus almas heladas.

Qué duros tiempos, el ángel ha muerto,
los barcos dejaron el puerto.
Tiempo de amar, de dudar, de pensar y luchar,
de vivir sin pasado.

Tiempo raudal, una luz cenital
cae a plomo en la fiesta de Momo,
tiempo torrente que fluye;
por Isla de Flores llegan los tambores.

Fuego verde, llamarada,
de tus roncos tambores del Sur,
techos de seda bordada.

...el candombe es una planta que crece,
y hasta el cielo se estremece.
  

Homenajes

Son múltiples los homenajes de distinta índole que se centran en la figura de Alfredo Zitarrosa.
Fuente: Wikipedia

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